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Galaxy Quest (1999) es una comedia de ciencia ficción dirigida por Dean Parisot que parodia con cariño franquicias como Star Trek. La película sigue al elenco venido a menos de una antigua serie de televisión espacial llamada Galaxy Quest, quienes ahora pasan sus días asistiendo a convenciones de fans y recordando sus días de gloria. Sus vidas cambian radicalmente cuando unos verdaderos alienígenas, los Thermians, llegan a la Tierra creyendo que los episodios del programa son documentos históricos. Convencidos de que los actores son verdaderos héroes espaciales, les suplican ayuda para derrotar a un malvado señor de la guerra llamado Sarris.
Jason Nesmith (Tim Allen), quien interpretaba al capitán en la serie, al principio cree que se trata de una broma de fans, pero rápidamente se da cuenta de que el peligro es real. Junto a sus reacios compañeros Gwen DeMarco (Sigourney Weaver), Alexander Dane (Alan Rickman) y otros, Jason se encuentra a bordo de una nave espacial real, diseñada exactamente como el set del programa. Sin experiencia real, el equipo se ve obligado a convertirse en los héroes que solo fingían ser, aprendiendo el verdadero significado del coraje y el liderazgo.
Mientras el grupo tropieza con situaciones desconocidas—intentando activar tecnología alienígena, participar en batallas espaciales y enfrentarse a Sarris—comienzan a unirse y a descubrir su verdadero potencial. El humor proviene de su falta de preparación y del absurdo de ser tratados como verdaderos héroes, pero la película también ofrece momentos sinceros y desarrollo de personajes. El personaje de Rickman, un actor entrenado en teatro clásico amargado por haber sido encasillado en un papel alienígena barato, entrega una de las escenas más emotivas al comprender el verdadero impacto de su personaje en otros.
Mientras tanto, los Thermians, a pesar de su tecnología avanzada, son una especie ingenua y amable que ha modelado su visión del mundo entero basándose en el programa de Galaxy Quest. Su fe inquebrantable en la tripulación obliga a los actores a estar a la altura. Con la ayuda de unos fans en la Tierra que conocen hasta el más mínimo detalle del programa, el equipo deberá engañar a Sarris y salvar no solo a los Thermians, sino también a ellos mismos.
Galaxy Quest es tanto una parodia hilarante como un homenaje sincero al fandom, la narrativa y la redención. Mezcla acción, comedia y ciencia ficción de una manera inteligente y consciente, que atrae tanto a los fanáticos del género como a los espectadores casuales. Con actuaciones destacadas, especialmente de Allen, Weaver y Rickman, la película se ha convertido en un clásico de culto y es considerada una de las mejores comedias de ciencia ficción de todos los tiempos.
