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Revenge (2017), dirigida por Coralie Fargeat, es un thriller de venganza francés que sigue a Jen, una joven que acompaña a su amante rico, Richard, a una lujosa casa en el desierto. Lo que comienza como un viaje romántico pronto se convierte en una pesadilla cuando llegan dos amigos de Richard para una cacería. La dinámica cambia rápidamente cuando los hombres, borrachos y arrogantes, acosan a Jen, y la situación escala a un acto de violencia brutal.
Tras ser agredida sexualmente y empujada por un acantilado, Jen es dada por muerta. Sin embargo, milagrosamente sobrevive, aunque gravemente herida. Con determinación feroz, se extrae un trozo de vidrio del abdomen y cauteriza sus heridas, demostrando una voluntad inquebrantable. El desierto, antes un paisaje paradisíaco, se convierte en su campo de batalla, y ella se transforma en una cazadora implacable.
A medida que Jen rastrea a cada uno de los hombres, la película se sumerge en escenas de acción intensas y sangrientas. Usa trampas, armas improvisadas y su conocimiento del terreno para volver sus propias técnicas de caza contra ellos. La violencia es gráfica pero estilizada, con una estética casi surrealista que contrasta con la crudeza de los actos. Fargeat desafía los estereotipos del género, presentando a Jen no como una víctima, sino como una fuerza de la naturaleza.
La cinematografía es clave en el film, con colores vibrantes y planos amplios que enfatizan la belleza hostil del desierto. La banda sonora, electrónica y pulsante, refleja la transformación de Jen y la tensión constante. Cada escena está cargada de simbolismo, desde el cambio de vestuario hasta el uso del espacio, reforzando su evolución de objeto de deseo a justiciera
Revenge es más que un simple thriller de venganza: es un manifiesto feminista que reinterpreta el cine de explotación con una mirada fresca y audaz. La película fue aclamada por su dirección, la actuación de Matilda Lutz (Jen) y su enfoque visual único, consolidándose como un referente moderno del género. Con su mezcla de brutalidad y estilo, Revenge deja una impresión duradera, celebrada por su empoderamiento femenino y su violencia catártica.
