La historia comienza cuando un objeto no identificado se aproxima rápidamente a la Tierra, provocando una respuesta de emergencia en todo Estados Unidos. Cuando aterriza en Central Park, Nueva York, se revela como una esfera luminosa de origen alienígena. De ella emerge un ser llamado Klaatu, acompañado de un enorme robot llamado GORT. Aunque Klaatu intenta comunicarse, un soldado le dispara, lo que provoca una reacción defensiva del robot.
Klaatu es llevado a una instalación secreta, donde se descubre que tiene forma humana pero no es de este mundo. La científica Helen Benson y su hijo Jacob se convierten en sus principales vínculos humanos. Klaatu declara que ha venido para salvar la Tierra, pero no necesariamente a la humanidad. Según él, los humanos están destruyendo el planeta, y si no cambian, serán eliminados para que la Tierra pueda sobrevivir.
Mientras escapa del control militar, Klaatu comienza a observar más de cerca a los humanos. Aunque inicialmente convencido de que la humanidad es una amenaza, su experiencia con Helen y Jacob le muestra otra cara de la especie: la capacidad de amar, cambiar y sacrificarse. Esta transformación en su percepción lo hace dudar sobre su misión original.
A pesar de los intentos del gobierno por destruir a GORT, el robot libera una plaga de nanomáquinas que comienzan a desintegrar toda forma de vida y tecnología. Klaatu comprende que aún hay esperanza para los humanos, y decide detener la catástrofe. En un acto de sacrificio, utiliza su energía vital para desactivar la amenaza, salvando a la humanidad pero apagando toda la tecnología del planeta.
La película concluye con un mensaje claro: la humanidad está en una encrucijada. La visita de Klaatu es una advertencia de que el cambio es urgente, y que el futuro del planeta depende de las decisiones de la humanidad. The Day the Earth Stood Still combina ciencia ficción con una fuerte crítica ecológica y social, mostrando que incluso en tiempos de crisis, la compasión y el cambio son posibles