👉Película completa al final del post
Durante unas vacaciones en una zona boscosa, dos parejas —Margaret y Ben, junto a Ellie y Thomas— se reúnen para pasar tiempo juntos y relajarse. Ellie y Thomas llevan a sus dos hijos, Lucy y Spencer, quienes al principio se comportan como niños normales y curiosos. Pero todo cambia cuando descubren unas misteriosas ruinas en el bosque con un pozo profundo que emite una luz verde y extraña. Desde ese momento, los niños comienzan a actuar de manera inquietante.
Ben nota el cambio primero. Tras una caminata con los niños, los ve arrojarse voluntariamente al pozo, como si estuvieran bajo algún tipo de hechizo. Corre a avisar a los demás, pero cuando regresan, Lucy y Spencer aparecen perfectamente sanos, como si nada hubiera pasado. Nadie le cree, y comienzan a pensar que su juicio está nublado por el estrés o problemas personales.
A medida que los días avanzan, el comportamiento de los niños se vuelve cada vez más perturbador. Son más agresivos, manipulan a los adultos y muestran una inteligencia oscura y calculadora. Ben se siente cada vez más aislado, mientras su percepción de la realidad comienza a desmoronarse. Sin embargo, Margaret empieza a sospechar que hay algo de verdad en lo que él ve.
El horror se intensifica cuando ocurren muertes trágicas y violentas dentro del grupo. Ben, profundamente afectado, parece también transformarse, como si la oscuridad del pozo lo hubiera alcanzado. Margaret, ahora sola y desesperada, debe enfrentarse no solo a los niños, sino también a un Ben irreconocible que se ha convertido en una amenaza.
En un final tenso y abierto, Margaret logra escapar con vida, pero no sin dejar atrás cicatrices físicas y emocionales. Mientras conduce hacia lo desconocido, los niños —aparentemente resucitados— reaparecen junto a un Ben completamente cambiado. El destino queda en el aire, y el espectador se enfrenta a una última escena tan perturbadora como inolvidable.