Door in the Woods (2019)

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Door in the Woods sigue a Redd, un hombre de familia que vive con su esposa Evelyn y su hijo Aidan en un tranquilo pueblo rural. Un día, durante una caminata por el bosque, Aidan encuentra una puerta misteriosa y solitaria erguida en medio del claro —sin paredes, sin estructura, solo una puerta en pie. Intrigado, Redd decide llevarla a casa, sin saber que ese acto inocente desatará una serie de eventos sobrenaturales escalofriantes.

Después de que la puerta llega a su propiedad, sucesos extraños comienzan a suceder: ruidos inexplicables, visiones aterradoras, y una creciente sensación de maldad que afecta al hogar. Pronto, Aidan comienza a comportarse de forma inquietante, como si estuviera conectado con una presencia del otro lado de la puerta. Redd y Evelyn intentan mantener el control, pero se ven cada vez más atrapados por fuerzas que no comprenden.

En su desesperación, Redd recurre a un investigador paranormal y luego a un chamán local para descubrir el origen de la puerta. Lo que aprenden es aterrador: la puerta es un portal entre mundos, y abrirla —o simplemente moverla— puede permitir la entrada de entidades peligrosas que buscan poseer y destruir. La tensión aumenta cuando los fenómenos se intensifican y ponen en peligro a toda la familia.

La lucha por salvar a su hijo y cerrar el portal se convierte en el eje de la historia. Redd debe enfrentarse no solo a la presencia maligna que ha invadido su hogar, sino también a su propio escepticismo y errores pasados. La película mezcla elementos de posesión, horror psicológico y mitología sobrenatural para generar un constante clima de incertidumbre y miedo.

Door in the Woods ofrece una reflexión sobre cómo la curiosidad y la arrogancia humana pueden desencadenar fuerzas fuera de nuestro control. Con una atmósfera sombría, una narrativa tensa y momentos de terror bien logrados, el filme se presenta como una historia de advertencia sobre lo desconocido y la importancia de respetar lo que no entendemos. Al final, queda claro que algunas puertas nunca deberían abrirse.