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Durante una excursión por la naturaleza alemana, cinco amigos deciden alejarse del estrés urbano para disfrutar de un tranquilo fin de semana en el bosque. Entre ellos está Roman, que se prepara para su boda, y su hermano Albert, quien organizó la salida. Pero lo que comienza como una simple caminata se transforma en una pesadilla cuando escuchan disparos a lo lejos… y se dan cuenta de que están siendo cazados.
A medida que intentan orientarse y buscar ayuda, se dan cuenta de que no hay vuelta atrás. Un francotirador desconocido, escondido entre los árboles, los está acechando uno por uno. La confianza entre el grupo comienza a quebrarse mientras el miedo y la paranoia crecen. Las amistades se tensan, y secretos enterrados salen a la luz en medio del caos.
Lo que hace que Prey se destaque no es solo la amenaza constante, sino la identidad inesperada del cazador: no es un psicópata común, sino una mujer solitaria con una motivación tan fría como trágica. Su precisión y conocimiento del terreno convierten el bosque en una trampa mortal, donde cada paso puede ser el último.
La película juega hábilmente con los instintos primitivos de supervivencia, pero también con los dilemas morales de los personajes. ¿Hasta dónde llegarías para sobrevivir? ¿Confiarías en tus amigos bajo presión extrema? Mientras los protagonistas intentan encontrar una salida, el bosque parece cerrarse sobre ellos como una prisión sin muros.
Prey es un thriller psicológico y de supervivencia cargado de tensión, con un ritmo que no da respiro. La cinematografía inmersiva, el sonido inquietante del bosque y los giros dramáticos mantienen al espectador al filo del asiento. Una historia sobre el miedo humano más básico: ser cazado, sin saber por qué… ni por quién.
