👉Película completa al final del post.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el comandante Ernest Krause, de la Marina de los Estados Unidos, recibe su primera misión de combate: liderar un convoy de barcos aliados a través del Atlántico Norte. La tarea parece sencilla al principio, pero rápidamente se complica cuando el convoy entra en una zona peligrosa conocida como “el pozo negro”, donde no hay cobertura aérea y los submarinos alemanes (U-boats) cazan sin descanso.
El USS Keeling, con el nombre en clave “Greyhound”, es el destructor bajo el mando de Krause. A medida que se adentran en aguas enemigas, la tripulación debe enfrentarse a múltiples ataques de submarinos que utilizan tácticas inteligentes y despiadadas para hundir los barcos del convoy. Krause, aunque experimentado en navegación, se ve bajo una presión constante, enfrentando decisiones de vida o muerte a cada momento.
Lo que distingue a Krause no es solo su habilidad táctica, sino también su sentido del deber y su fe profunda. A pesar del agotamiento, el frío y la tensión emocional, mantiene la calma y toma decisiones rápidas para proteger a los barcos civiles y militares que dependen de él. Sin embargo, la culpa por los hombres perdidos y sus propias inseguridades lo persiguen constantemente.
A lo largo de la travesía, Greyhound muestra no solo la intensidad del combate naval, sino también la lucha interna de un hombre que lleva la responsabilidad de muchas vidas sobre sus hombros. Las escenas están llenas de tensión, con enfrentamientos breves pero intensos entre los destructores aliados y los sigilosos submarinos alemanes, en un mar implacable.
Al final, tras días de batalla, el convoy logra escapar de la zona de peligro con la llegada de apoyo aéreo. Aunque agotado, Krause ha cumplido su misión. La película concluye con una reflexión sobre el sacrificio silencioso de quienes lucharon en el mar, destacando la humildad, el liderazgo y la determinación de aquellos que protegieron a los demás en una guerra brutal.