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Baahubali: The Beginning es mucho más que una simple película de acción o fantasía; es una epopeya cinematográfica que combina mitología, política, drama familiar, romance, y acción a gran escala, todo ello envuelto en una realización visualmente impactante. Dirigida por S. S. Rajamouli, la cinta nos transporta al reino ficticio de Mahishmati, un imperio que se convierte tanto en escenario como en símbolo del poder, la traición y la justicia. Desde su inicio, la película introduce un misterio poderoso: un bebé salvado de las aguas, un destino desconocido, y una conexión perdida con el pasado. Ese bebé es Shivudu, un joven criado en una aldea al pie de una inmensa cascada, quien desde niño siente una atracción inexplicable por el mundo que existe más allá de las montañas. Su viaje físico hacia la cima se convierte en una metáfora de su ascenso espiritual y heroico hacia su verdadero destino: ser Mahendra Baahubali, el heredero legítimo del trono de Mahishmati.
La película logra un equilibrio notable entre el espectáculo visual y la profundidad emocional de sus personajes. Shivudu representa el héroe clásico que, sin saberlo, está guiado por un destino superior. Pero no solo él brilla: su padre, Amarendra Baahubali, es mostrado en retrospectiva como un líder ideal, amado por su pueblo, valiente en la guerra y justo en sus decisiones. La tragedia se revela cuando descubrimos que fue traicionado por su propio hermano, Bhallaladeva, impulsado por la envidia y la manipulación de su madre, la reina Sivagami. La figura de Kattappa, el leal servidor del reino, añade una dimensión moral profundamente trágica: obligado por su deber a traicionar al hombre al que más respetaba. Esta traición, revelada justo al final de la película, no solo cierra la primera parte con fuerza, sino que genera una de las preguntas más icónicas del cine indio contemporáneo: “¿Por qué Kattappa mató a Baahubali?”
En cuanto a su ejecución técnica y estética, Baahubali: The Beginning destaca por su ambición. Los efectos especiales, el diseño de producción y la fotografía están a la altura de grandes producciones internacionales, y establecen nuevos estándares para el cine indio. Las escenas de batalla, especialmente la guerra contra los Kalakeyas, son coreografiadas con precisión épica, combinando realismo y teatralidad. La música, compuesta por M. M. Keeravani, acompaña emocionalmente cada escena, desde los momentos de gloria hasta las secuencias de tragedia silenciosa, elevando aún más la experiencia del espectador. Sin embargo, lo que verdaderamente hace que la película trascienda es su exploración de temas universales: el destino frente al libre albedrío, la lucha entre el deber y el corazón, la justicia frente a la ambición, y el liderazgo basado en el sacrificio.
Así, Baahubali: The Beginning se convierte en una obra que no solo entretiene, sino que también conmueve y hace reflexionar. Es una historia sobre el poder verdadero, no el que se impone por la fuerza, sino el que se gana con respeto, compasión y entrega. La cinta no solo marcó un hito en la industria cinematográfica india por su escala y éxito, sino que también dejó una huella emocional en millones de espectadores. Con un final abierto que invita a la continuación, y con personajes profundamente humanos en un mundo de fantasía, Baahubali nos recuerda que la grandeza no viene del nacimiento, sino de las elecciones que tomamos.
